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Libros de Adriana Piterbarg
RHT: Recursos, Herramientas y TĆ©cnicas
para el acontecer grupal
Prólogo:
La frase anterior de esta psicodramatista chileno-venezolana, quien se la escuchó directamente a J.L. Moreno y a su esposa Zerka, resonó siempre en mi mente a la hora de enfrentar un trabajo psicodramático, pero tardé varios años en entender su verdadero y profundo significado. Mi mente cuadriculada requería de coordenadas precisas a la hora de enfrentarme a un grupo o a un protagonista y la realidad, en la gran mayoría de los casos, contradecía ese pensamiento “cartesiano” que me encasillaba.Desde el principio estudié que, en relación con la aplicación de las técnicas psicodramáticas, uno de los objetivos es incentivar en los grupos una interacción más fluída, tanto a nivel interpersonal como con las variables intrapsíquicas de cada cual. Acepté que, contrario a mi tendencia a precipitar las cosas, el trabajo psicodramático es un proceso y que, como tal, requiere de momentos paulatinos y progresivos de intensidad emocional. Comprendí la necesidad de poder crear vivencias que permitan a los participantes recorrer un variado número de senderos hacia el autodescubrimiento y el desarrollo de nuevas maneras de ver y de verse frente a las situaciones vitales. Entendí la importancia de tener dos objetivos claros: la recuperación del caudal espontáneo y el desarrollo del potencial creativo de las personas con las cuales trabajase.Un buen día, en un trabajo personal como protagonista donde las escenas me condujeron a confrontar mi autocrítica y mis miedos, salí del saco del “deber ser”, lleno de hipótesis, objetivos, procedimientos y técnicas específicas, para renacer en un momento catártico-integrativo, al mundo del “ser” como psicodramatista. Fue entonces cuando releí las “Palabras del Padre” de Moreno y sentí dentro de mí la resonancia del “yo soy Dios”, como el compromiso de ser auténticos creadores para quienes hacemos Psicodrama.En ese momento vital me topé con Adriana Piterbarg hace ya diez años, en una “Fuente de Papeles Rotos” en el III Congreso Iberoamericano de Psicodrama en Povoa do Varzim (Portugal). Conocerla a nivel personal y profesional fue la posibilidad de ver, en acción, todo aquello que estaba resonando en la esfera de mi propio insight: encontré a una creadora espontánea, libre, plena de recursos, de una sólida profundidad teórica, con la mente en la vivencia, en el fenómeno ante sus ojos más que en la letra de la técnica, un pozo de creatividad inagotable en un cuerpecito pequeño de corazón enorme y de una encantadora cercanía.Desde aquél “Punto de Partida” nació un vínculo que ha estado plagado de muchos reencuentros y compartires, así como un respeto que “Todavía Respira”, fortalecido ahora con este, su más reciente aporte: “RHT: Recursos, Herramientas y Técnicas para el acontecer grupal”.¿Cuántas veces nos hemos preguntado, a la hora de afrontar una sesión de Psicodrama, qué hacer para caldear al grupo? Es bien sabido que uno de los objetivos fundamentales del psicodramatista es activar al grupo, hacer que pueda entrar en una resonancia emocional y lograr que de este proceso emerja un protagonista. Esto es lo que está escrito y muchos directores buscan “recetas mágicas” para superar este escollo inicial. Y aquí recuerdo algo que le escuché decir una vez a Dalmiro Bustos en relación a que quien primero necesita caldearse, conectarse con la situación y con su rol del director es el mismo psicodramatista. Sólo así podremos garantizar que se produzca ese “vínculo télico” entre Director-Grupo o entre Director-Protagonista, que generará las bases de contención para que luego podamos proponerle: “No me lo cuentes, hagámoslo!”En este libro, Adriana Piterbarg nos ofrece, de manera muy generosa, un compendio de sus tantos años de “hacer magia”, en un libro que ya era necesario para nosotros, los psicodramatistas de Iberoamérica. En un estilo claro, hermosamente ilustrado, nos regala diferentes maneras de impulsar y complementar nuestro trabajo con grupos psicodramático. Uno de los aspectos que me parecen más relevantes es el rescate del uso de las herramientas a lo largo de todo el proceso, rompiendo un poco la “conserva cultural” de algunos en cuanto a que las técnicas creativas son aplicables, fundamentalmente, en la fase de caldeamiento y no a lo largo de todo el recorrido Psicodrama. Nos habla “de aperturas y de cierres”, de lo que “acontece que no es poco”, en busca del “sentido del sinsentido” y de los “recursos multifunción” a los que podemos echar mano en cualquier momento del proceso.Una vez abandonada la tendencia de pensar y pensar en las técnicas para confiar en todo aquello que cada cual ha creado o incorporado a su desempeño, el Director de Psicodrama descubrirá cuánto lleva “bajo la manga”, listo para aflorar de manera espontánea al afrontar un trabajo psicodramático. Ahora, al leer la más reciente obra de Adriana Piterbarg: “RHT”, los invito a contagiarse del espíritu, no de un Libro de Recetas, sino de una verdadera “Invitación a ser Creativos”. En cada una de sus páginas se nos dispararán ideas propias, adaptaciones de lo allí expuesto, “sueños” que aterrizan, multiplicaciones espontáneas y creativas que, estoy seguro, son el objetivo final de Adriana al ofrecernos este libro: que cada lector transforme lo aquí expuesto y lo adapte a su estilo y a la población con la cual trabajeEste hermoso e interesante compendio está destinado, desde ya, a convertirse en pieza fundamental de consulta para quienes nos maravillamos día a día con el universo ilimitado del trabajo grupal psicodramático y queremos ser cada vez más “creadores”.Lic. Edwin Muñoz VivasDirector de la Escuela Venezolana de PsicodramaIntroducción:“El único modo de abrir las puertas a los que vienenes publicando lo que hacemos y cómo lo hacemos”Adriana SchnakeLeer esta frase de “La Nana” fue el último impulso que necesitaba para ponerme a escribir un nuevo libro, concientizar la importancia de soltar ciertas ideas para que puedan surgir otras, y que el pensamiento colectivo continúe danzando. La tarea de coordinar grupos es una de mis grandes pasiones, quizás porque en ese terreno la única certeza es la incertidumbre. Me enciende las ganas ese escenario en mutación constante, a veces selva, otras montaña rusa, otras un oasis en el medio de la ciudad. En los grupos reina lo impredecible, y eso es tan incierto como real. Estas ideas surgen como un conjunto de reflexiones a posteriori de lo fáctico; una suerte de continuación de un libro anterior llamado Puntos de partida, Técnicas de acción para el coordinador grupal, allí escribí: “estas páginas no pretenden ser un recetario para condimentar el escenario grupal. Cabe advertir que si algún lector lo aborda de ese modo, este libro se autodestruirá en cinco minutos”, lo mismo sucederá con RHT.
Aquí no encontrarán recetas magistrales, o no magistrales, aquí no hay recetas, sólo dispositivos incentivadores para multiplicar las ganas de inventar más técnicas.¿Por qué recursos, herramientas y técnicas? Toda propuesta activa incluye la articulación de recursos y herramientas. Si bien estos últimos no son conceptos fácilmente diferenciables en el trabajo grupal, –ya que un recurso puede convertirse en una herramienta y viceversa–, con fines exclusivamente orientativos haré la siguiente diferenciación de los mismos.Recursos – ¿Con qué cuento? Son los existentes materiales y/o humanos que tengo a mi alcance, o que resulten factibles de conseguir. Incluyendo lo interno y lo externo, tanto en las condiciones del encuadre como en las posibilidades del coordinador. Observar lo real, asible y concreto para aprovecharlo más y mejor.Herramientas – ¿Qué puedo hacer con lo que tengo? Buscar las múltiples modalidades de accionar que ese conjunto de recursos articulados me permiten, al ser direccionados hacia un objetivo determinado.Técnicas – ¿Cómo lo puedo hacer? No me refiero a la secuencia de los pasos a seguir, sino al movimiento singular que se origina en la dinámica grupal. Desde este enfoque las técnicas siempre están ligadas a la calidad, calidez, ritmo, flexibilidad y creatividad que les imprima quien las lleve a cabo desde el rol coordinador.Cabe destacar que el éxito en la implementación de una técnica de acción durante el acontecer grupal, no se basa exclusivamente en contar con los recursos y herramientas necesarios, sino en la habilidad de quien coordina para articular por los menos dos variables: momento grupal y objetivo. No se trata sólo de lo que el coordinador quiera y pueda hacer, sino de lo que el grupo esté en condiciones de recibir. RHT apunta a lograr que, mediante un recorrido teórico vivencial sobre diferentes dispositivos grupales, cada lector juegue a ser autor-productor de sus propias técnicas y recursos.
Este libro tiene cuatro puertas de entrada:En la primera: De aperturas y de cierres encontrarán presentaciones lúdicas tipo CAI –cortas y de alto impacto–, ejercicios rompehielos para un comienzo más fluido, y técnicas que apuntan a realzar el cierre de la experiencia compartida.La segunda puerta de entrada es Acontece que no es poco, y precisamente no es poco lo que allí acontece. Ejercicios catalizadores de la dinámica grupal para afianzar la cooperación, fortalecer la red vincular, clarificar la comunicación, flexibilizar el aprendizaje y tantos otros aconteceres grupales.Buscándole El sentido al sinsentido, abriremos la puerta para ir a jugar, pasando primero por lo teórico –porque el jugar es cosa seria– se asomarán propuestas lúdicas que se basan en la articulación de dichas teorías y en un principio personal que sostengo: la capacidad creadora es más fluida que concreta, por lo tanto la creatividad no se enseña, se desparrama.La última puerta de entrada está poblada de Recursos multifunción, arquetipos, refranes, clusters y señales de tránsito entre otros; nos brindan la opción de realizar nuevas y variadas técnicas activas. Los denomino “multifunción” ya que pueden ser utilizados en diferentes momentos –apertura, desarrollo y cierre– y para distintos objetivos –diagnóstico de roles, lectura de obstáculos en el aprendizaje, agilizar la comunicación, evaluar o descongelar estereotipos conductuales.Hecha ya la introducción, las puertas están abiertas para que cada cual ingrese por donde guste, hilvanando la lectura con su propio ingenio. Los invito a soltar las ideas, dejarlas fluir, mezclarse y crecer independientes de cualquier autoría que pretenda encadenarlas.Adriana PiterbargContratapa:La creatividad, como un inquieto fluido, se desparrama por estas páginas, empapando al lector con un nutriente baño de inventiva. Un centenar de técnicas, propuestas lúdicas y dispositivos grupales se despliegan en RHT, no bajo la forma de recetas, sino como un claro catalizador de nuevas líneas de sentido. Adriana Piterbarg nos invita a pensar en acción, ofreciéndonos de manera generosa, un compendio de sus tantos años de “hacer magia”, logrando un libro fresco y oportuno para todos aquellos interesados en el universo de los grupos. Reflexiones que surgen de lo fáctico contagiarán nutritivamente a los lectores, para que cada cual, desde su singularidad, juegue a ser autor-productor de sus propios recursos, herramientas y técnicas.
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